Autor Solidaridad Cubana
Hoy el pueblo palestino está en un punto crucial. Ocupado, dividido y traicionado, o lucha por su total libertad, o desaparece.
Años de engaños y máscaras son dejadas caer. El pueblo palestino que ya tiene claro que sus enemigos son el imperio norteamericano y su amo el sionismo.
No sería nada raro que muchos piensen que la mano de Israel y Arabia Saudita, y quizás también la CIA, está presente detrás de la enorme explosión ocurrida en Beirut, Líbano. País que occidente está intentando asfixiar hoy con todo tipo de medidas coercitivas, buscando alimentar protestas que les facilite doblegarlo
Trump sueña con someter al Medio Oriente a sus intereses, y a eso le llama “paz”.
El panorama hoy está bastante cargado de tensiones y guerras, y todo indica que es el principio del fin de Israel, un estado artificial criminal y agresor de sus vecinos. Es sólo el principio. Pero es el principio del fin de la ocupación de Palestina.
En la actualidad la política exterior norteamericana ya no tiene un epicentro. Los focos vitales para los Estados Unidos están en el mundo entero. Y cada vez son más peligrosos para todos
Mientras que un grupo de países se empeñan a fondo tratando de salvar a toda su población, el gobierno de los Estados Unidos, al igual que el papa Urbano II en el Concilio de Plasencia, intenta convocar la “Guerra Santa” contra China para sobrevivir a toda costa, liderear la cruzada de los ricos y mantener la hegemonía imperialista en el mundo.
Estados Unidos e Israel, a pesar de ser tan distintos, tienen una historia semejante. Y el plan para apoderarse del Medio Oriente es tanto de los imperialistas, como de los sionistas.
Los Estados Unidos, paladín de un falso humanismo, aplican sus leyes de forma extraterritorial, ejerciendo por la fuerza de su poder, un auto asignado papel de amo del mundo.
Hitler, considerado tal vez el peor enemigo de los judíos, apoyó decisivamente al sionismo, la expulsión de los judíos alemanes a Palestina y la invención de la entidad sionista.